viernes, 22 de mayo de 2009

Empúlpate se erige como el espectáculo escénico más seguido por los jóvenes.

Parecía que se fueron, pero no, ahí estaban latentes, ocultos en las neblinas del recuerdo u olvidados por las modas pasajeras. Los más veteranos se acordarán de aquellas matinales en las que teníamos pocas alternativas televisivas, uno de los programas estrellas era "Gente Joven" (¿cómo se llamaba el batería de los morritos apretados y baquetas aceleradas?). A él acudían todo tipo de músicos a demostrar sus habilidades. Había pop, folclore popular y hasta tunas con un tipo con pandereta pegando brincos sin cesar. Ahora, por suerte, no tenemos tunos, pero continúan las ganas de mostrar los talentos artísticos al público. Buena muestra de ello es el renacimiento de este tipo de concursos a partir del éxito, para mi modo de entender, apocalíptico de Operación Triunfo. Pero el signo de los tiempos o mejor dicho de las audiencias, le añaden el plus de la telerrealidad o de cómo se tallan las marionetas catódicas.

Aún no hemos llegado a ese punto en Nerja, afortunadamente nos conformamos con ver a los más jóvenes subirse al escenario del Centro Cultural y tener su momento de gloria frente al público. "Empúlpate" es la ocasión. Se trata de una muestra en la que el alumnado de Secundaria y Bachillerato de Nerja, con la organización de la Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres, que ha recogido el testigo de La Carpa, que este año no ha recibido el encargo de realizarlo (posibles consecuencias de la crisis económica), pero en cualquier caso ha sido un espectáculo muy vistoso y simpático, como a continuación voy a resumir.

Habían pasado 15 minutos sobre la hora de comienzo cuando llegué al CCVN y la primera sorpresa. Me habían comentado que en la primera edición el aforo se había quedado pequeño, pero no me imaginaba tal afluencia de público. Los pasillos, los escalones abarrotados de chavales para ver y apoyar a sus compañeros de clase. No pude ver la primera actuación de Beatriz y Teresa Arroyo, que interpretaron una canción de Alex Ubago "Me muero por conocerte" y a Raquel de la Cruz, la segunda en participar, la pillé ya comenzada su canción.

A continuación y como muestra de que de canción no vive sólo el talento joven nerjeño, Francisco Miguel Díaz se lanzó a contar chistes, que la verdad en su mayoría eran no tolerados para menores, pero a estas alturas no creo que se espantaran los asistentes.
Tras las risas (no enlatadas), el espectáculo continuó y lo hizo con el baile que hace furor entre cierta parte de la juventud, el Break (otro revival de los 80, me asusta pensar que pueden volver las hombreras). Vino de la mano de FatCats Crew, grupo de baile compuesto por 5 chicos del IES El Chaparil. A ritmo de temazos de soul y hip hop old school, se movieron por todo el escenario con sus coreografías, dando volteretas, ejercicios de coordinación y posturas vacilonas. El público aplaudió a reventar y las chicas especialmente, con sus móviles bien dispuestos para capturar todos sus movimientos.
Como maestro de ceremonias, se desveló una auténtica estrella local, Christian David Callejón. Con una presentación muy divertida, sacándole punta a cada circunstancia acontecida en el espectáculo, y teniendo un guión que le servía como estructura, improvisó con ingenio inusitado y con desparpajo descarado, un auténtico descubrimiento por mi parte y una constatación de que para presentar un acto de este tipo lo que mejor se conjugar las dosis justas de desvergüenza y presencia escénica, y pese a su juventud tiene muy buenas maneras, al menos se sale del prototipo de presentador que si no tienen un guión delante se pierden y acuden a continuos topicazos (y no voy a señalar a nadie). Lo ideal es tener variedad en las personas dispuestas a presentar los actos y en función de sus aptitudes pues que intervengan en uno u otro.

Tras el Break, volvió la canción de la mano de Griselda Doerflinger con el tema de Avril Lavigne "Inocence", con una particular puesta en escena, acompañada por dos amigas con una pancarta. Una bonita voz.

Muy ecléctico este "Empúlpate", hay de todo, cante, baile, chistes y también por qué, relatos escritos por los más jóvenes. Pequeños literatos son los hermanos Rocío y Jesús Iriazábal, que leyeron un fragmento del texto en el que relatan las peripecias de la hija de la castañera.

El público no permanecía callado ante cada una de las actuaciones, sino que jaleaban, gritaban, aplaudían y apoyaban a sus compañeros. Este también fue el caso de Dalai Alcázar que cantó una canción hecha por ella con la ayuda de unos profesores, Nicolás y Manuel.

El baile volvió a escena con la coreografía de la joven Paqui Gálvez, desplegando una enérgica puesta en escena.

Enzo Ferey nos explicó el uso de una ocarina y el por qué de su afición a ese instrumento, pues para mi sorpresa la relacionó con su predilección por los videojuegos y más concretamente por la saga de Zelda, en la que uno de los personajes la toca. Para que después digan que los videojuegos son perniciosos. Tocó dos temas aparecidos en esa saga, el Himno de la Alegría (tan oportuno en plena campaña de elecciones europeas) y ante la petición del público (supongo que entre parte del público ya era conocida la habilidad de Enzo con la ocarina) la canción como dijo el chaval del Titanic. Así las interpretó, sentado en el borde de la tarima del escenario.
Álvaro Heredia no es un novato en estas lides, el año pasado logró llevarse el primer premio de "Empúlpate", ha actuado en el festival de artistas locales de Navidad y en los pasados carnavales. Así que el miedo escénico parece que es algo que no va con él, que junto a dos bailarinas hizo una demostración de ritmo y energía con el baile moderno.

La segunda edición de "Empúlpate" se cerró con otro baile de Break a cargo de Esteban Manuel García y Alejandro Cortés.

El jurado se retiró a deliberar para dar el veredicto de los ganadores, mientras todos los participantes recibían los regalos que la organización había logrado que numerosos establecimientos nerjeños cediera. Subieron igualmente al escenario las madres y un padre representantes de las distintas asociaciones de los centros de enseñanza. Estos colectivos son fundamentales para el devenir de los centros y de su buen funcionamiento.

Finalmente supimos quiénes se llamaban los premios y fueron del cuarto al primero, Raquel de la Cruz, Dalai Alcázar, Álvaro Heredia y sus acompañantes Sara Moyano y Katy Leal. El gato al agua se lo llevaron Fatcats Crew. Como siempre un palmarés puede que no sea del gusto de todos, pero al final creo que los premios son lo de menos y simplemente queda la sensación de haber visto un espectáculo simpático en el que los más jóvenes muestren su faceta artística más desenfadada y como dije antes, reciban el aplauso del público. Ojalá que eso no sea lo único que aplaudamos. Y como reflexión final, qué se debe hacer para que el Centro Cultural tenga tal éxito de asistencia y los chavales parezcan interesados en asistir. ¿Será que simplemente me interese lo que hace mi amigo, mi conocido y la capacidad de arriesgar, de aventurarse en los espectáculos que se ofrecen no es en absoluto algo de interés para los más jóvenes, que cada vez se miran más su ombligo.

No hay comentarios: