miércoles, 22 de febrero de 2012

Microrrelatos de Mercurio (57) - Gato Alberto.


                                   Gato Alberto                    
Alberto no era un gato cualquiera. Era el gato preferido de la gente del pueblo. No tenía  amo, pues nadie lo quiso cuando apareció por la plaza de la iglesia. Así que todos eran su dueño, pues todos lo alimentaban  y le dejaban entrar a sus casas cuando le venía en gana. Con los siguientes gatos que aparecieron no pasó lo mismo. Alberto fue el primero y sería el último en ser tratado así.   Un día, dos vecinos que no tenían mucho que hacer empezaron una discusión sobre cuántas vidas  le quedaban al gato Alberto. A la discusión, poco a poco, se fueron agregando el carnicero, la panadera, la frutera…, así hasta desencadenarse una trifulca de mil  demonios.    
 “No, que la caída del campanario  era la quinta, no esa era la cuarta, la quinta fue la de la coz del mulo de Ezequiel. ¡ No!, que esa fue la sexta”. Así toda la noche del domingo.
A la mañana siguiente, de vuelta con la discusión. En esas, Herminia estaba haciendo el puchero adonde el gato fue a parar. La explicación de la abuela Herminia: “aquel gato no esperó a su séptima vida y cayó en la olla del lunes”.
Nunca se supo lo que realmente sucedió, pero ese fue el final del gato Alberto.

Por Fran Galán.


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