domingo, 4 de marzo de 2012

Mirando a las musarañas (59) - La Iglesia y la iglesia.


Nos encontramos en los primeros días de la Cuaresma, días de reflexión, antesala de la Semana Santa y tiempo de acercarnos a las iglesias. Puede que al leer el titulo de este Mirando a las musarañas, hayan pensado "con la Iglesia hemos topado". No voy a escribir sobre la Iglesia, pues considero no ser quién para pronunciarme sobre la Iglesia como institución de una manera objetiva. Para evitar las controversias que puede suscitar un tema sobre el que el pronunciarse es difícil, no porque uno no tenga su criterio formado. De modo que este artículo versa sobre la iglesia como la casa de oración y recogimiento de los creyentes. 

En estos tiempos vemos y sentimos un alejamiento hacia la Iglesia de la juventud y de personas que otrora eran practicantes y seguidores de su doctrina. Este hecho me lleva a pensar que, más que nos pese, la iglesia como templo, como parroquia, está presente en nuestras vidas. Una canción nos recuerda que te cantan cuando naces y también en el adiós. Igualmente nuestras vidas van unidas al recuerdo de la iglesia en la que fuimos bautizados, en la que recibimos nuestra primera comunión y nuestra confirmación, en la que contrajimos matrimonio y en la que nuestros padres se dieron el sí quiero, queda por saber en la que nos dirán el último adiós. Templos en nuestros tiempos, barrocos, góticos... y en estos tiempos en los que las ciudades y pueblos se han extendido en su casco urbano, iglesias modernas. Todas ellas invitan al rezo y al recogimiento.



En mi recuerdo viven con un sentimiento emocional la iglesia de San Sebastián, de María Inmaculada, de la Asunción y San Juan, en cada una de ellas se celebró el ritual de la Iglesia Católica que en cada momento correspondía. Nuevas iglesias que se unen,  que en un pasado reciente han sido testigos de otros acontecimientos familiares: Ntra. Sra. del Carmen y El Salvador.

Quien piense que la iglesia se ha convertido en el lugar al que vamos, más que en la comunidad a la que pertenecemos, debe recordar una cita de Su Santidad Juan Pablo II-La comunidad parroquial es el corazón de la vida litúrgica; es el lugar privilegiado de la catequesis y la educación en la fe-. 

Por Ricardo Bajo León.

2 comentarios:

Raya dijo...

¡¡¡¡¡Sal de Ricardo quien quiera que seas!!!!!

PopBelmondo dijo...

No te preocupes, Raya, no estoy poseido. El que escribe esta sección en Nerja Pop no es un servidor, sino mi padre.