domingo, 8 de abril de 2012

Mirando a las musarañas (64) - Hasta que dure la vela.

Tengo una amiga, mujer ella de muchas promesas, todas cumplidas tanto en el plano celestial como el personal. Sus promesas no caen en saco roto y las olvida.
 
Con ella no va eso de aquel político, "las promesas se echan para no cumplirlas". Tiene una manera muy particular de cumplir sus promesas a los Cristos, Vírgenes y Santos. Todo depende de su estado de ánimo y de la liquidez monetaria. Todo está medido, compra las velas según cada circunstancia. El tamaño era y es muy importante. Al emprender la promesa se santigua y pronuncia su frase "¡Hasta que dure la vela!".


 Una Semana Santa prometió acompañar a la Virgen de su devoción por unos favores recibidos. Se acercaba la hora de la salida y una situación imprevista le impedía cumplir la promesa.  Compró una vela de escasos centímetros y en la primera bocacalle del recorrido se retiró.  Cumplió su compromiso, eso sí, ¡Hasta que duró la vela!
 
Si Dios lo quiere estaremos en este mundo hasta que dure la vela. Esperemos que tenga muchos centímetros.




Por Ricardo Bajo León

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