viernes, 15 de marzo de 2013

Seremos un solar.

¿Notáis cómo la máquina taladradora sacude el suelo?¿Sentís cómo las paredes se tornan en cascotes? Se levanta una nube de polvo de recuerdos lanzados a escombreras. No queda nada, sólo fotografías guardadas en disco duros, vídeos colgados en internet, recuerdos que también irán a parar a la papelera.


Fue un verano delicioso, con sabor a batidos y mojitos, con los ecos de las risas por las ocurrencias en reuniones nocturnas. Fue un verano feliz. Tuvimos un lugar de encuentro. Un amigo, Antonio Raya, se hizo cargo de la gestión de la tetería de Calle Carabeo y aquel espacio singular en estos tiempos, con su patio, habitaciones habilitadas para estar sentado sobre cojines, se convirtió en lugar de encuentro y de agitación cultural. Posteriormente la incertidumbre empresarial llevó a un cambio de propietario y mutó el público asistente. Se mantuvieron otro tipo de actividades, con buenas actuaciones en vivo durante el verano, pero ciertamente, con el tiempo cayó en decadencia. Cada vez que pasaba por la puerta recordaba los tiempos discurridos y la siempre abierta posibilidad de que volviera a retomar vida un local con esa personalidad.

Y ayer vi que todo era un solar. Solo las paredes desconchadas del edificio adyacente delatan que allí hubo color.


4 comentarios:

Josele Ctor dijo...

:(

Carmen dijo...

Qué pena :(

Raya dijo...

Fueron muchos los frentes con los que tuve que lidiar, vosotros lo sabeis, y el mas complicado fue que levantaran la calle cuando solo llevaba un año abierto (5 años ha durado la obra).
Y en tan poco tiempo,y gracias a vosotros, mi proyecto empezó a tomar forma. No se si algun dia volveré a montar otro local así, con el hostal ya tenemos mas que suficiente, pero con todas sus movidas, la teteria ha dejado un lugar importante en mi vida y por lo que veo, no solo en la mia.
Es una pena que un local tan bonito como era este, ahora sea un solar, que muy probablemente, se convierta en un local y varios apartamentos, por lo general, frios e insipidos.

PopBelmondo dijo...

Ciertamente el tiempo que regentaste la tetería,Antonio, nos dejó una bonita huella que no habrá máquina pica a pica que borre. Fue un lugar agradable, cálido y acogedor, que son necesarios.